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Dicen que los grandes negocios en el gobierno no se hacen sin el visto bueno del presidente. Y vaya que este sí lo vio… pasar millones de litros, millones de pesos, millones de silencios. Una red que une marinos, empresarios, congresistas y criminales. Una red que no distingue sexenios, pero sí protege apellidos. Mientras se presume la captura de ladronzuelos, los peces gordos nadan tranquilos en aguas turbias. Y aunque el discurso repite “no somos iguales”, la impunidad demuestra que sí… pero con mejor marketing. Estados Unidos ya huele el combustible robado. Y cuando presione, veremos si el pañuelito blanco sirve para limpiar las manos… o solo para ondearlo antes de rendirse.
Editorial y caricatura política. Paco Baca.
