El Papa Francisco se encuentra hospitalizado desde el 14 de febrero en Roma, con un severo cuadro de neumonía bilateral y durante su estancia en el hospital Agostino Gemelli se han venido detectado más afecciones como una plaquetopenia, derivada de una fuerte anemia.
El pasado domingo 23 de febrero se confirmó que el pronóstico de salud del Papa Francisco es reservado y además se detectó una leve insuficiencia renal, a su vez, fuentes del Vaticano señalaron que el Papa Francisco aún no se encuentra fuera de peligro.
El Prelado argentino permanecerá en el hospital, según fuentes oficiales de la Santa Sede.
El estado de salud del Papa Francisco ha preocupado a fieles católicos y avivado los rumores de una posible renuncia que han sido negados, por ahora, en el Vaticano.