Paco Baca
A medida que Robert F. Kennedy Jr. se acerca a respaldar a Trump, los analistas dicen que la deserción de un ‘Camelot’ no representa ningún peligro para los demócratas.
Los Demócratas no se preocupan porque un Kennedy Jr. respalde a Trump en este momento tan convulsionado en víspera de elecciones presidenciales.
Ni siquiera la deserción de un “Camelot” representa un tema de preocupación -se comenta en la casa de campaña de Kamala Harris- Sobre todo que las encuestas en este momento le dan una ligera ventaja sobre su adversario republicano.
En medio de toda esa campaña de publicidad y mas ahora que Netflix prepara una serie sobre la vida de JFK, escrita y producida por el ganador del Premio de la Academia Eric Roth, donde se contará al estilo de la serie “The Crown”, la vida de un “Camelot”, base de la leyenda promovida por su viuda Jackie.
Desde el comienzo de su campaña, encuestadores y estrategas políticos se preguntaron si el atractivo y la nostalgia que rodean el nombre de Kennedy serían suficientes para atraer a algunos demócratas descontentos en una carrera en la que cada voto será crítico, sin embargo, no hay gran preocupación. Las bases partidarias, están cerrando filas en torno a Harris y la deserción de un partisano, no es de preocupación. Sobre todo que se liga a la campaña de un viejo conocido de muchos, y que en el fondo, ya saben que los exabruptos del candidato republicano son para afuera, pero también para adentro del partido.
Pero regresando al “chapulín” demócrata, nos debemos referir directamente a la historia de este famoso clan Kennedy, es un remedio de tragedia griega, pero hoy, no me centraré en eso, para ello esperemos mejor la serie de Netflix, donde se detallará toda esa epopeya digna de un culebrón al mejor estilo de telenovela mexicana.
A Jackie Kennedy le gustaba decir que sus días en la Casa Blanca eran similares a vivir en el reino de Camelot. La leyenda del rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda quiso ser el motivo para comparar esa epopeya con el tiempo en que JFK gobernó los Estados Unidos. Un concepto lleno de metáforas.
Ya entrando de lleno en el tema, donde el ex mandatario republicano Donald Trump ahora candidato a la
Presidencia, promueve de todas maneras, a la mejor manera de un reailty show, la incorporación a su equipo de campaña, al heredero de la dinastía Kennedy -de reconocida alcurnia demócrata- como un trofeo llevado hasta su vitrina, demostrando un poder de supuesta legitimidad que enarbola una candidatura que se vio frenada en seco, por la incursión inesperada de la candidata a la presidencia del partido demócrata, Kamala Harris, en relevo del actual octogenario presidente Joe Biden.
La campaña presidencial de Robert F. Kennedy Jr., como candidato independiente quedó fulminada de golpe al decidir incorporarse al partido enemigo y respaldar al expresidente Donald Trump.
Y a pesar de las preocupaciones iniciales entre los demócratas de que su apellido por sí solo podría desviar votos del abanderado del partido, los analistas dicen que una simple serie de revelaciones personales y políticas no sería favorable para la imágen en la campaña de Trump. Algo que saldrá a relucir en su momento, si no es que in “Camelot”, se comporta como caballo de Troya. Por ahí dicen que al final “Duele mas el pellejo que la camista”. Todo está por verse.
EL orgullo de un nepotismo.
Como es sabido,Robert Kennedy ha dependido en gran medida de su herencia para moverse con influencia, yendo tan lejos como para reutilizar un anuncio del pasado de la campaña presidencial de su tío en 1960 durante el Super Bowl este año con la finalidad de generar un estado de nostalgia entre la teleaudiencia. Y hasta cierto punto, el esfuerzo funcionó, ya que la mística y el encanto del nombre JFK es lo que ha impulsado el apoyo de una parte de su base.
Pero a medida en que lo fueron relacionando con las teorías de conspiración, en gran parte sobre las vacunas consideránose el mismo un “antivax” en plena pandemia, esto se hizo más evidente y pese a esa fama, tomó la decisión de buscar una candidatura independiente. El atractivo del “Camelot”, pasó de largo.
Echándose en contra a varios miembros de la dinastía incluyendo a su propia familia natal, distanciándose públicamente de el, arremetiendo de manera feroz en las redes sociales por manchar el apellido Kennedy.
También son inútiles las extrañas historias que se han filtrado en los últimos meses, incluida la de que los médicos encontraron un gusano en su cerebro que se comió una parte del lóbulo frontal y murió ahí dentro, quedando el cadaver petrificado dentro de su cabeza.
Haciendo énfasis los medios en los efectos, incluyendo confusión mental y pérdida de memoria, los que fueron aparentemente tan graves, que incluso a uno de sus amigos médicos, le preocupaba que pudiera haber tenido un tumor.
Otro tema, habla de una herida en la cabeza que se se produjo cuando admitió haber arrojado un cachorro de oso muerto en el lago de Central Park casi una década después de que se descubriera el hecho.
Y también le gustaba fotografiarse con osos en faenas de cacería.
Si bien Kennedy ha intentado capitalizar el legado, su “vida personal problemática y su agenda política errática, incluso extravagante”, es algo que no poera a su favor y por el contrario son temas que limitan significativamente su atractivo político.
Es cada vez más difícil para él reclamar ese manto protector de la mística del clan Kennedy, especialmente cuando su propia familia se esfuerza a toda costa por desvincularse de él.
“Estoy indignada y disgustada por el abrazo que mi hermano dio a Donald Trump”, dijo. “Lo repudio completamente, me separo y me disocio de Robert Kennedy Jr. y de este esfuerzo flagrante e inexplicable por profanar, pisotear y prender fuego a la memoria de mi padre”.
Trump es “una amenaza para la mayoría de las libertades básicas que son fundamentales para los estadounidenses. El derecho de las mujeres a controlar nuestros cuerpos, el derecho a vivir en comunidades seguras de la violencia armada, a amar a quien amas. Y creo que si mi padre estuviera vivo hoy, el verdadero Robert Kennedy habría detestado casi todo lo que representa Donald Trump”, dijo Kerry Kennedy.
-El nieto de Robert F. Kennedy, Joe Kennedy III, retuiteó la declaración de los hermanos Kennedy con un simple “Bien dicho”.
El hermano de RFK Jr., Max Kennedy, no se sumó a la respuesta rápida del viernes manifestando el disgusto de la familia, pero escribió su propio artículo para Los Angeles Times el domingo.
“Estoy desconsolado por el respaldo de mi hermano Bobby a Donald Trump”, escribió.
“Jurar lealtad a Trump, un hombre que no demuestra adherirse a los valores de nuestra familia, es inconcebible para mí”.
“Peor aún, -la incongruencia-. A principios de este mes, cuando Harris subió en las encuestas, mi hermano le ofreció su respaldo a cambio de un puesto en su próxima administración.- No obtuvo respuesta-“.
“Ahora le ha ofrecido ese mismo trato a Trump. La suya es una toma hueca de poder, un intento estratégico de relevancia. Es lo opuesto a lo que mi padre admiraba: -el espíritu altruista que existe en los Estados Unidos de América-“.
“Con gran pesar, hoy pido a mis compatriotas estadounidenses que hagan lo que más honrará a nuestro padre: ignorar a Bobby y apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris y la plataforma demócrata”, escribió Max Kennedy. “Es lo mejor para nuestro país”.
Ahora esperemos que todo este “soap opera”, sea para por lo menos dar temas de incursión para la nueva serie de Netflix, que promete altos niveles de rating, luego de que un especialista en reality shows, como lo es el mediático actor de TV Donald Trump, -apoye a este- “chapulín”.
Por ahora, este capítulo apenas empieza.
En fin, “En todas partes cuecen habas”
