México cierra el año con cifras maquilladas y discursos insulsos

Paco Baca

El 2025 se despide con un saldo que no cabe en los discursos matutinos: más de 110,000 personas desaparecidas oficialmente registradas en México y un promedio de 90 asesinatos dolosos diarios. Las cifras son tan contundentes que ni el maquillaje estadístico logra ocultar la tragedia. Pero desde Palacio Nacional, la narrativa sigue siendo la misma: “vamos bien”, “hay resultados”, “todo es propaganda de los adversarios”.

El maquillaje de las cifras

  • Desaparecidos disfrazados: Los registros oficiales tienden a “reclasificar” casos, diluyendo la categoría de desaparición en homicidios violentos o “personas no localizadas”.
  • Asesinatos dolosos: El Secretariado Ejecutivo reporta más de 30,000 homicidios dolosos en 2025, cifra que mantiene a México en el podio mundial de violencia.
  • Narrativa oficial: En las mañaneras, el discurso se reduce a frases evasivas, estadísticas parciales y comparaciones con gobiernos anteriores. Como si el consuelo fuera que “antes estábamos peor”.

El contraste con la realidad

Mientras las gráficas oficiales bajan mágicamente, las familias siguen buscando en fosas clandestinas, los colectivos de madres rastrean con palas y varillas, y los periodistas documentan lo que el poder intenta ocultar. El país se convierte en un gran archivo de ausencias, donde la estadística es más importante que la vida.

México cierra el año con un récord digno de Guinness: el país que más desaparecidos logra contabilizar sin que nadie en el poder se dé por aludido. Y todo acompañado de un discurso que podría competir en la categoría de “mejor evasión retórica del año”.

El 2025 nos deja una lección amarga: en México, la violencia no se mide en muertos ni desaparecidos, sino en la capacidad del gobierno para convertir tragedias en gráficas y discursos insulsos. La verdadera hazaña no está en reducir la violencia, sino en hacerla invisible con estadísticas amañadas.

Al final, parece que el país encontró la fórmula mágica: si los desaparecidos se cuentan como homicidios, y los homicidios como “otros delitos”, entonces desaparecer lo aparecido no es cuestión de magia, es cuestión de retórica. , claro… es lo único que se presume en las mañaneras.